jueves, 30 de abril de 2009

La Lección de la Mariposa


Un día un hombre encontró un capullo de mariposa y observó que en el había un pequeño orificio. Se sentó y se entretuvo en observar mientras la mariposa luchaba durante varias horas para forzar su cuerpo tratando de pasar a través de agujero.

Pasó un largo rato observando los esfuerzos de la mariposa por salir al exterior, pero parecía que no hacía ningún progreso, como si hubiera llegado a un punto donde no podía continuar.
Apiadado, el hombre decidió ayudar a la mariposa, tomó las tijeras y cortó el resto del capullo. La mariposa salió fácilmente, pero tenía el cuerpo hinchado y las alas pequeñas y arrugadas.
El hombre continuó mirando porque esperada que en cualquier momento las alas se extenderían para poder soportar el cuerpo que, a su vez, debería deshincharse. Pero nada de esto ocurrió. Por el contrario, la mariposa pasó el resto de su vida con el cuerpo hinchado y una alas encogidas... ¡nunca pudo volar!
Lo que aquel hombre, con su amabilidad y apuro, no llegó a comprender es que el capullo restrictivo y la lucha necesaria para que la mariposa pudiera salir por el diminuto agujero, era la manera que utilizaba la Naturaleza para enviar fluido del cuerpo de la mariposa hacia sus alas de modo que estuviera lista para volar tan pronto obtuviera la libertad del capullo.
A veces el esfuerzo es exactamente lo que necesitamos en nuestras vidas. Si DIOS nos permitiera pasar nuestra vida sin ningún obstáculo, nos paralizaríamos, no seríamos ta fuertes como podríamos ser y no podríamos volar!

YO PEDÍ FUERZA...

Y ENCONTRÉ DIFICULTADES PARA HACERME FUERTE.



YO PEDÍ SABIDURÍA...

Y TUVE PROBLEMAS PARA SOLUCIONAR.



YO PEDÍ PROSPERIDAD...

PERO SOLO TUVE CEREBRO Y FUERZA PARA TRABAJAR.



YO PEDÍ CORAJE...

Y ENCONTRÉ PELIGRO PARA VENCER.



YO PEDÍ AMOR...

Y VI GENTE QUEBRANTADA A QUIEN AYUDAR.



YO PEDÍ FAVORES...

Y ENCONTRÉ OPORTUNIDADES.



NO RECIBÍ NADA DE LO QUE QUERÍA...

¡RECIBÍ TODO LO QUE NECESITABA!

SACÚDETE Y SUBE

Se cuenta de cierto campesino que tenia una mula ya vieja. En un lamentable descuido, la mula cayó en un pozo que había en la finca. El campesino oyó los bramidos del animal, y corrió para ver lo que ocurría. Le dio pena vera su fiel servidora en esa condición, pero después de analizar cuidadosamente la situación, creyó que no había modo de salvar al pobre animal, y que más valía sepultarla en el mismo pozo.

El campesino llamó a sus vecinos y les contó lo que estaba ocurriendo y los enlisto para que le ayudaran a enterrar la mula en el pozo para que no continuara sufriendo. Al principio, la mula se puso histérica. Pero a medida que el campesino y sus vecinos continuaban paleando tierra sobre sus lomos, una idea vino a su mente. A la mula se le ocurrió que cada vez que una pala de tierra cayera sobre sus lomos. ¡ELLA DEBÍA SACUDIRSE Y SUBIR SOBRE LA TIERRA!.

Esto hizo la mula palazo tras palazo. SACÚDETE Y SUBE. sacúdete y sube. sacúdete y sube!! Repetía la mula para alentarse a sí misma. No importaba cuan dolorosos fueran los golpes de la tierra y las piedras sobre su lomo, o lo tormentoso de la situación, la mula luchó contra el pánico, y continuó SACUDIÉNDOSE Y SUBIENDO. A sus pies se fue elevando de nivel el piso. Los hombres sorprendidos captaron la estrategia de la mula, y eso los alentó a continuar paleando. Poco a poco se pudo llegar hasta el punto en que la mula cansada y abatida pudo salir de un brinco de las paredes de aquel pozo. La tierra que parecía que la enterraría, se convirtió en su bendición, todo por la manera en la que ella enfrentó la adversidad.

¡ASÍ ES LA VIDA!

Si enfrentamos nuestros problemas y respondemos positivamente, y rehusamos dar lugar al pánico, a la amargura, y las lamentaciones de nuestra baja autoestima, las adversidades, que vienen a nuestra vida a tratar de enterrarnos, nos darán el potencial para poder salir beneficiados!

Da vida a otra vida... Da esperanza... Transmite los VALORES fundamentales. Da vida a otra vida... Da esperanza... Transmite los VALORES fundamentales. Somos lo que pensamos. Somos lo que decidimos ser. Decide ser una mujer o un hombre de VALORES. Nuestro entorno lo necesita desesperadamente. Seamos portadores de los VALORES, viviéndolos.

Saludos!!! ¡¡Que tu día esté muy bien...!!!

martes, 21 de abril de 2009

Al hablar de alguien




- Si lo que vas a decir puede herir… Olvídalo… ¡Mejor Calla!
- Si lo que va a salir de tu boca, es para maldecir… Olvídalo… ¡Mejor Calla!
- Si lo que estás por decir va a acabar con la honra de alguien… Olvídalo… ¡Mejor Calla!
- Si lo que vas a decir son rumores sin fundamento… Olvídalo… ¡Mejor Calla!
- Si al hablar juzgas a tus semejantes… Olvídalo… ¡Mejor Calla!
Calumnias, mentiras, chismes… Si eso es lo que te mueve al hablar… ¡Ten Cuidado!
Recuerda que como juzgas serás juzgado, y como tratas serás tratado.Piensa…
En algún momento tú puedes ser el blanco de esas patrañas, y entonces… sabrás lo que es quemarse con el veneno que sale de una boca maliciosa.
Cuando hables… habla cosas que bendigan, no que maldigan, Si no es así… ¡Ssssh! Olvidalo… ¡Mejor Calla!

SI SE RÍEN DE TI POR SER DIFERENTE… RÍETE DE LOS DEMÁS POR SER IGUALES… ¡SSSSH!

viernes, 3 de abril de 2009

El Anillo


"Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?".
El maestro sin mirarlo, le dijo:Cuanto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizás después. Y haciendo una pausa agregó:Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este problema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.
Encantado, maestro titubeó el joven, pero sintió que otra vez era desvalorizado, y sus necesidades postergadas.
Bien asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño y dándoselo al muchacho, agregó: toma el caballo que está allá afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Ve y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.
El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo. En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechazó la oferta.Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado, más de cien personas, y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.
Cuanto hubiera deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro, podría entonces habérsela entregado él mismo al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda.
Entró en la habitación. Maestro dijo lo siento, no pude conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.Qué importante lo que dijiste, joven amigo contestó sonriente el maestro Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregunta cuánto te da por él, pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.
El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil con su lupa, lo pesó y luego le dijo:Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.
58 MONEDAS !!!!!!!!! Exclamó el joven.Si, replicó el joyero, yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... si la venta es urgente.
El joven corrió emocionado a la casa del maestro a contarle lo sucedido.Siéntate dijo el maestro después de escucharlo. Tú eres como este anillo: una joya valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño.