lunes, 18 de enero de 2010

Engañero



Corazón, ¡por qué no callas...!
¿No te cansas de llorar?
¡Mira que me estoy muriendo!
¡Mira que no puedo más...!
Si yo pudiera arrancarte
para dejar de penar,
y así mostrarle a ese ingrato
que al que olvida hay que olvidar...
Corazón, vos me engañaste,
o es que no te comprendí...
Pensé que no lo quería
y hoy miro que no es así.
Tengo miedo muchas veces;
tengo miedo 'el aflojar...
¡tengo miedo que me obligues
corazón a perdonar!
.