jueves, 16 de junio de 2011

Desencanto

¡Qué desencanto tan hondo, 
qué desconsuelo brutal!... 
Qué ganas de echarse al suelo 
y ponerse a llorar... 
Cansao de ver la vida que siempre se burla 
y hace pedazos mi canto y mi fe. 
La vida es tumba de ensueños 
con cruces que abiertas 
preguntan: ¿Pa' qué?... 
Y pensar que en mi niñez 
tanto ambicioné y al soñar 
forjé tanta ilusión. 
Oigo a mi madre aún, 
la oigo engañándome. 
Porque la vida me negó 
las esperanzas que en la cuna 
me cantó. 
De lo ansiao sólo 
alcancé un amor. 
Y cuando lo alcancé, 
me traicionó. 
Yo hubiera dado la vida 
para salvar la ilusión. 
Fue el único sol de esperanza 
que tuvo mi fe, mi amor. 
Triste consuelo 
del que nada alcanza. 
Sueño bendito 
que me hizo traición. 
Yo vivo muerto hace mucho. 
No siento ni escucho, 
ni a mi corazón.