No existe nada bajo este cielo,la espera infinita de saber que me voy.
Con la paciencia de un río tranquilo,
mi blanda memoria, ya todo lo olvidó.
Todo cambia y yo soy el mismo,
falsas caricias que calman el dolor.
Otra mañana gris en mi ventana,
perfume de un vino viejo en el corazón.
Esto no es lo que soñé,
toda una vida despercidada.
No verás mis brazos caer, esta vez.
Esto no es lo que soñé,
toda una vida así malgastada
las cosas no resultaron
lo que esperaba.
Un corazón, preso en la mente
esperando que vengas por mi.
Es que hoy me siento, eternamente solo.
Y en un sueño te veo partir.
