sábado, 1 de noviembre de 2008

A la orilla de la chimenea

Puedo ponerme cursi y decir que tus labios me saben igual que los labios que beso en mis sueños, puedo ponerme triste y decir que me basta con ser tu enemiga, tu todo,tu esclava, tu fiebre, tu dueña.Y si quieres tambien puedo ser tu estacion y tu tren,tu mal y tu bien,tu pan y tu vino,tu pecado, tu dios, tu asesina…O tal vez esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombra a la orilla de la chimenea a esperar que suba la marea.Puedo ponerme humilde y decir que no soy la mejorque me falta valor para atarte a mi cama,puedo ponerme digna y decir“toma mi direccion cuando te hartes de amores baratos de un rato… me llamas”.Y si quieres tambien puedo ser tu trapecio y tu red,tu adios y tu “ven”,tu manta y tu frio,tu resaca, tu lunes, tu hastio…O tal vez ese viento que te arranca del aburrimiento y te deja abrazado a una duda, en mitad de la calle y desnudo.Y si quieres tambien puedo ser tu abogada y tu juez,tu miedo y tu fe tu noche y tu dia.Tu rencor, tu por que, tu agonia…o tal vez esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombraa la orilla de la chimenea a esperar que suba la marea.